La agudización del conflicto político del 2017 abrió las puertas a un posible proceso de transición en Venezuela
Para algunos expertos, la transición en Venezuela era inminente. Sin embargo, faltaban cierto elementos claves para llevarla a cabo, entre ellos el modelo exacto que se aplicaría para su éxito, pues un fracaso en este ámbito no sería soportable en la población.
En medio de las manifestaciones en las que fueron asesinadas más de 100 personas por las fuerzas de seguridad del Estado y grupos colectivos, dirigentes de la oposición emitían un discurso que parecía llamar al despertar de los militares venezolanos. Las masivas protestas de calle y la presión internacional lograron en el segundo trimestre del año pasado acorralar al Gobierno de Nicolás Maduro y sentenciarlo a un final próximo.
Un golpe de Estado en aquel momento parecía ser la única opción para salir de la crisis venezolana, pero aun teniendo a favor el incremento de deserciones en las filas de la Fuerza Armada Bolivariana (FANB), este no llegó. La calle se enfrío y la oposición, nuevamente derrotada, puso en marcha la creación de nuevas estrategias.
Fue entonces el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la fecha que eligió por la coalición opositora y diversos sectores del país para anunciar la instalación de un Frente Amplio Democrático. Se trata de una estructura que apuesta por un cambio de Gobierno por la vía democrática.
La oposición parece apostarle al modelo de transición chileno. Sus dirigentes que ahora se suman a la disidencia chavista, representantes de la Iglesia Católica, evangélica y cristiana, estudiantes, sector trabajador y empresarios buscan crear una concertación que logre derrotar electoralmente –por medio de un referéndum- a quien encarnaría al Pinochet venezolano.
Tras un largo período de dificultades y divisiones, la oposición intenta articularse formando un nuevo frente de lucha pese a los sectores que aún no se sienten convocados.
Henri Falcón, exgobernador de Lara y candidato presidencial es uno de ellos. Sus decisiones unilaterales le valieron la expulsión de la coalición opositora y ahora se construye una imagen de salvador y figura de cambio.
Expertos lo comparan con el español Adolfo Suárez, quien siendo un disidente franquista dirigió el tránsito desde el Estado dictatorial hasta la democracia constitucional en aquel entonces. Falcón dirige su campaña bajo esa línea, que ha sido calificada de “transición tutelada”.
Mientras tanto los venezolanos, con poca confianza sobre Falcón, se debaten entre el exchavista militar y la fuerza que pueda nacer de la “nueva cara” de la oposición venezolana, con esperanzas a que las acciones de la comunidad internacional permitan finalmente la transición en Venezuela o un cambio inmediato de gobierno.