La crisis humanitaria en Venezuela deja indefensas a comunidades indígenas.

El equipo del Observatorio de Derechos Indígenas  Kapé Kapé denunció la permanencia de las consecuencias de la crisis humanitaria en Venezuela para las comunidades indígenas del estado Delta Amacuro por falta de ambulancia fluvial en el principal hospital de la parroquia Manuel Renaurd.

En enero, en la comunidad indígena Bonoina, falleció una warao de la tercera edad, tras presentar molestias estomacales. Los familiares de Maimina Peña hicieron lo posible para poder trasladarla hasta la capital deltana, pero no consiguieron transporte, y se quedó en su casa a pasar el malestar, horas más tarde falleció.

Los residentes de la zona informaron al observatorio indígena que situaciones similares han ocurrido en las mayorías de las comunidades cercanas.

«Los waraos que se enferman quedan prácticamente destinados a morir porque en el hospital de Nabasanuka no encuentran insumos médicos, ni medicinas; y cuando se requiere realizar un traslado hasta Tucupita (capital de esta entidad), no pueden llevarlo por falta de ambulancia fluvial».

Crisis generalizada en Venezuela

Hace aproximadamente dos años, siete comunidades de este municipio recibieron un transporte fluvial de parte de la Gobernación del estado Delta Amacuro, pero debido al alto valor de los repuestos para un motor fuera de borda, este medio de transporte se perdió.

«Esta problemática no es nueva en estas comunidades, ya en 2015 ante el aumento de muertes y enfermedades endémicas, pacientes, líderes indígenas y voceros de organizaciones políticas comenzaron a advertir que la falta de unidades fluviales para los traslados de los pacientes hasta Tucupita estaba costado la vida de muchos personas, donde los adultos mayores y los menores de edad eran y son los más afectados», denunció la organización Kapé Kapé.

La organización ha denunciado también las constantes muertes de niños indígenas por desnutrición, sarampión, tos ferina y hasta tuberculosis en la población warao.