La detención de Miguel Rodríguez Torres, el hombre de las conspiraciones militares, se debe a que el Gobierno de Nicolás Maduro lo vincula con un intento de quiebre de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), con lo que reconoce el descontento que existe dentro del círculo militar.

La detención de Miguel Rodríguez Torres junto a la de otros nueve militares y la destitución de un oficial superior por supuesta conspiración es una redada activada por el Gobierno chavista contra lo que podría denominarse una asonada.

¿Qué está pasando realmente en los cuarteles?

Es evidente que los militares desde que se intensificaron las protestas de calle en 2017, no se encontraban cómodos con las órdenes dictadas. Mucho menos con la crisis que ellos, al igual que el resto de los venezolanos, estaban atravesando.

Imágenes que circularon en las redes sociales sobre el poco alimento que se estaba recibiendo en los cuarteles daba una clara señal sobre la situación actual de las fuerzas armadas.

Y si bien, se trataría de soldados rasos, también los comandantes de batallones -entre los detenidos recientemente- se vieron afectados y generaron una alerta dentro del régimen.

«El Gobierno está avanzando en un esquema de detenciones ilegales periódicas, incluso aleatorias, dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, como fórmula para mantener la institución militar sumisa y leal a la revolución”, expresó Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, poco después de las polémicas detenciones.

Ahora con la detención de Rodríguez Torres, quien se le sumará al capitán Juan Carlos Caguaripano en los calabozos de Maduro, se espera una revuelta mayor en la FANB. Es la apuesta del exjefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), quien misteriosamente a sabiendas de la persecución en su contra, decidió enfrentarse al gobierno abiertamente y en alianza con sectores opositores en un Frente Amplio.

Por otra parte, también resulta ensordecedor el silencio que Maduro ha guardado con respecto a las declaraciones del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López sobre la actuación de los colectivos y la “malinterpretación” que han dado a las actividades que deben realizar.

Esto también ha dejado ver inconformidad en las fuerzas militares en relación al avance que han tenido los grupos armados del oficialismo. Y aunque, ninguna actuación de su parte ha sido hasta ahora clara y certera, lo único que se puede explicar es que existe una movida importante en las filas del Ejército venezolano, que Maduro intenta doblegar con vigilancia máxima, ahora incrementada en los últimos meses.