Hasta la naturaleza reacciona con lo que esta aconteciendo en Venezuela, tan es así, que el huracán Matthew, pasó por encimita y dijo, ¡Aquí no hay nada que arrasar, se me adelantó otro!, Sî, así es, “EL HURACAN ROJO ROJITO”, que ha acabado con nuestra noble patria y su gente.

¿Cuántos días pasarán para que se lleve a cabo la transición?, ¿cuantas vidas más se perderán en una lenta agonía por inanición?, ¿a que se debe semejante guerra silenciosa disfrazada de crisis?. ¡Señores, reaccionen!, es una beligerancia lo que se esta viviendo en el país, los videos, las fotos, las noticias que se muestran son realmente apocalípticas, ¡nunca imagine ver imágenes de mi país como las que aparecen cada día en la prensa o en las redes sociales!, NUNCA.

Desde siempre y creo que como a cualquier mortal con empatía, me ha impactado ver las crudas fotografías de la situación que vive la gente en Yemen o en Etiopia, ahora veo imágenes similares de mis hermanos venezolanos, no puedo contener las lagrimas por la impotencia que me genera, ¡hay tantos que podrían hacer mucho y se quedan de brazos cruzados!.

Es inconcebible que  Venezuela, en pleno siglo XXI, tengamos que ver a hombres, mujeres y niños en estado famélico, ver muertes a manos del hampa y linchamientos por la falta de seguridad y justicia, ver muertes por enfermedades erradicadas que han reaparecido y que a nivel mundial están controladas por un sistema de salubridad básico, muertes por refriados, por raspones, y el 0800 salud, ¡bien, gracias!, como todo, ¡este es el huracán creado por la robolución, peor que las siete plagas!.

Para el desgobierno de Maduro esto va en connivencia con los afectuosos del régimen que son tan delincuentes como ellos, estén presos o no, ¡QUE HAGAN LO QUIERAN PERO ME MANTIENEN EN EL SILLÓN!, ¿un sillón?, sí, porque está tan gordo que cualquier silla cedería ante el sobrepeso. Ahora el huracán ha llegado a la PGV y los pranes, adeptos y colegas de los rojos, se están alzando en su contra, (¡CRIA CUERVOS Y TE SACARAN LOS OJOS!), los presos están atravesando una delicadísima situación, escasez de agua, comida y medicamentos.

Dentro del desarme que supuestamente hubo en las cárceles después de la despedida vergonzosa del “Conejo”, compinche de la Varela, ahora se están matando, pero de hambre y enfermedades, luchando por la supervivencia, es decir, que ahora toda Venezuela es una cárcel, esta pasando lo mismo dentro que fuera de prisión y los familiares sufriendo impotentes, sin poder llevarles que comer porque no consiguen alimentos y los que consiguen son solo para bolsillos de robolucionarios, la pescadilla que se muerde la cola, ¡vaya régimen de amor y paz!.

El huracán Maduro no sabe ahora a quien echarle la culpa, pero, si los que tienen los recursos para mantener todas las instituciones publicas son ellos mismos, ¿dónde están los insumos que necesitan los hospitales, los centros penitenciarios, las escuelas y universidades?, ¡ah que cabeza la mía!, cierto, se lo envían a Haití y a Cuba que han sufrido pérdidas y daños por el huracán Matthew ( como decía mi abuela,»Candil de la calle, oscuridad de su casa»), ¿le gritará a la Varela?.

¿Cuál es el amor que el intruso, advenedizo de Miraflores siente por el pueblo? ¡Ninguno!, él no tiene idea de lo que es el amor, es aborrecido por todos, pero no lo quiere aceptar. Nuevamente se le cae la careta de demócrata y dice abiertamente que “en Venezuela lo primordial es reactivar la economía, que no necesitamos elecciones, que el Referéndum Revocatorio no va”, pero, ¿quién se cree?, huracán Nicolasito tu no eres dueño de Venezuela ni de los venezolanos, tenemos voluntad propia y soberanía, te queremos, ¡PERO BIEN LEJOS!.

Es el momento de sacudirse, de quitarnos los grillos y lanzarlos al mar, no podemos tolerar la indolencia del régimen ante imágenes tan desgarradoras como las de bebes recién nacidos que apenas soltaron un gemido porque murieron en el intento de dar otro, niños desnutridos hasta caer en el marasmo y como consecuencia el deceso, mujeres y hombres abatidos por armas, golpes y odio a causa del hampa o por luchar por un paquete de arroz, padres que tienen que enterrar a sus hijos, niños huérfanos sin atención, ¡esto es lo primordial!, el dolor que sentimos también nos mata.

Aun, con toda esta tragedia, el indecente déspota de maduro no termina de demostrar ni siquiera un mínimo de amor propio (es que ni él mismo se soporta), renunciando ante un pueblo que no lo quiere, ¿porque no tomas el ejemplo de otros mandatarios?, ¡MÍDETE O RENUNCIA!, ¿será que me estoy pasando?, ¿es mucho pedirle al estólido?.

Referéndum Revocatorio 2016.