El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó las nuevas declaraciones emitidas por los ministros de la Unión Europea (UE) quienes dieron «luz verde» a la realización de nuevas sanciones a funcionarios del régimen.

“Ahí esta la Unión Europea que de manera insolente quieren meter sus narices en Venezuela, (…) Insolentes, insolentes insolentes. Fuera Unión Europea (…) Ya basta del viejo colonialismo, ya basta”, dijo Maduro durante un Consejo Federal de Gobierno.

Pese a que los diplomáticos afirmaron que las nuevas medidas «restrictivas» no dañan a los venezolanos, Maduro insistió en afirmar que las sanciones hacen sufrir al “pueblo”.

Este lunes, representantes de la UE afirmaron que sancionarían a funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro luego de la creación de las elecciones presidenciales el pasado 20 de mayo, cuyos resultados tildaron de «fraude».

Más temprano, el Gobierno venezolano había emitido un comunicado repudiando la petición de la UE tras considerar que los comicios del pasado 20 de mayo no fueron “legítimos ni libres” y exigió a Caracas unas elecciones “democráticas”.

“Venezuela repudia enérgicamente las conclusiones del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE (…) mediante las cuales pretenden cuestionar el proceso electoral venezolano del pasado 20 de mayo donde resultó reelecto por amplia e incuestionable mayoría de votos el Presidente Nicolás Maduro”, defendió la Cancillería.

Para Caracas la UE con esta decisión “confirma así la actitud injerencista y hostil de su Consejo de Asuntos Exteriores, producto de la evidente subordinación a la errática política exterior de la Administración de Donald Trump hacia Venezuela”.

“Ninguna instancia de la UE, así como ninguno de sus gobiernos integrantes, cuenta con competencia legal alguna, ni mucho menos con acervo moral demostrable, para cuestionar las decisiones que el Pueblo venezolano toma en el libre ejercicio de su democracia”, añadió.

En el texto, publicado en la página web de la Cancillería del país, afirman que “Venezuela siempre procurará mantener relaciones de respeto mutuo y cooperación integral con la UE y sus Estados miembros”, pero recuerda que “jamás aceptará intromisiones provenientes de potencia extranjera alguna”.