El diputado a la Asamblea Nacional, Miguel Pizarro, denunció la grave condición en la que se encuentra el hospital infantil José Manuel de los Ríos y las situaciones críticas que viven a diario familiares y pacientes: “El hospital infantil JM de los Ríos hasta hace algunos años fue referencia en toda la región y hoy, al igual que todos los centros de salud de nuestro país, se encuentra en las peores condiciones de su historia.”
Pizarro asevera que el hospital pasa por condiciones críticas de salubridad, sin agua y sin luz y con una tubería de aguas servidas rota que atenta contra el estado de todos los pacientes: “En estos momentos, 16 niños no pueden continuar con su quimioterapia por falta de agua, 20 niños están en lista de espera para entrar a un quirófano por la misma causa. Una tubería rota impide la diálisis regular a 23 pacientes, otros han fallecido ya por brotes infecciosos a causa de la falta de mantenimiento al hospital, por cortes de luz, por falta de insumos y equipos. ¿Hasta cuándo estos chamos tienen que sufrir los abusos de un Gobierno que prefiere negar esta situación en vez de darle solución?”
El parlamentario afirmó que mientras quienes gobiernan hablan de que el sistema de salud de este país es uno de los mejores del mundo, la realidad que viven los venezolanos demuestra todo lo contrario: “Hoy todos los centros de salud sufren la escasez de insumos, de equipos, el poco mantenimiento a la infraestructura, la ausencia de profesionales por culpa del miserable salario que les ofrecen y aquellos que deciden seguir cuidando de la salud de sus pacientes trabajan con las uñas para poder brindarles servicio.”
“Hace más de 3 meses, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó medidas cautelares, que exigen al Gobierno salvaguardar la vida de 27 niños que se encuentran el área de nefrología del hospital y mejorar las condiciones de salubridad del hospital. A la fecha, esas medidas han sido desconocidas e ignoradas por este régimen y el centro de salud se encuentra cada vez peor.”
El diputado finalizó responsabilizando al Gobierno de la crisis que sufre el hospital y reafirmando su compromiso con esta causa: “El futuro de estos niños y la esperanza de sus familias es destruido a diario por culpa de este régimen. Ningún venezolano, ningún ser humano, merece vivir así. El futuro de estos chamos y de nuestro país es nuestra bandera de lucha. Ellos son motivo para no descansar, para seguir construyendo una Venezuela en la que sus sueños y sus metas se cumplan, en la que puedan desarrollarse a plenitud y en la que más nunca volvamos a vivir algo como esto.”