El estudio de la NASA descarta la presencia de suficiente líquido o agua en Marte.

Lo que inicialmente fue considerada como la existencia de agua en Marte se trata en realidad de corrientes de arena, según informó la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA).

«Las marcas oscuras en Marte, anteriormente consideradas una prueba de corrientes de agua en su superficie, han sido interpretadas por una nueva investigación como flujos granulares, en los que granos de arena y polvo caen ladera abajo, creando cauces oscuros», reconoció la NASA en un comunicado.

Las conclusiones de este nuevo análisis, publicado por la revista científica Nature Geoscience, descartan además la presencia de suficiente líquido o agua en Marte.

«Hemos considerado estos flujos estacionales como corrientes de aguas, pero lo que vemos en esas laderas responde más a lo que podríamos esperar de la arena seca», señaló en declaraciones a la NASA Colin Dundas, autor del artículo y miembro del departamento de investigación geológica del Centro de Ciencia Astrológica de EE.UU. de Flagstaff (Arizona).

De acuerdo con Dundas, imágenes tomadas por la potente cámara del MRO demostrarían que no existe inclinación suficiente como para generar cauces por los que se desplazara el agua de forma regular y, por lo tanto, el movimiento detectado ha de atribuirse a la arena cayendo por las laderas, reseña la agencia internacional de noticias EFE.

Sin evidencia de agua

Estas nuevas conclusiones contradicen la teoría defendida hasta el momento por la propia NASA que, en 2015, dijo tener pruebas de la existencia de agua en Marte.

Los científicos habían detectado signos de minerales hidratados en montañas marcianas en las que se percibían rayas misteriosas, cuyo color se oscurece en las estaciones cálidas al tiempo que palidece cuando baja la temperatura. Estas en un primer momento se atribuyeron a agua salobre fluyendo por las laderas de los montes del planeta, pero, según Dundas, responderían apenas al árido avance de la arena.