En Italia cursa una investigación por la presunta obsolescencia programada en teléfonos Samsung y Apple.

Luego que surgieran acusaciones, hasta gubernamentales, contra los teléfonos Samsung y Apple por la presunta programación de obsolescencia de los equipos por parte de la compañía, una de estas compañías sale a desmentir.

En Italia se lleva a cabo una investigación precisamente por este tema con los teléfonos Samsung y Apple.

Todo nació por el escándalo de Apple y la ralentización -a propósito- de sus equipos para “prevenir que el equipo se apagara solo por mal estado de la batería”, lo que levantó sospechas por encima de todos los otros fabricantes. Incluso, llevó a que la compañía ofreciera descuentos en la sustitución de baterías de equipos viejos.

De acuerdo a lo informado por Nikkei, Samsung dio la siguiente declaración:

“Samsung no entrega actualizaciones de software para reducir el rendimiento o el ciclo de vida de sus dispositivos. Vamos a cooperar con las autoridades italianas en su investigación para aclarar los hechos”.

Estas acusaciones perjudican a Samsung, dado que lanzarán su nuevo teléfono Galaxy S9 el 26 de febrero durante el Mobile World Congress en Barcelona, España.

La investigación

El organismo antimonopolio de Italia considera que Apple y Samsung no informaron a sus clientes que las actualizaciones de software podrían traer como consecuencia un «impacto negativo en el rendimiento de sus teléfonos», y las considera sospechosas de orquestar actualizaciones que «inducen a los consumidores a comprar nuevas versiones» de sus dispositivos.

«Apple y Samsung serían sospechosas de orquestar una política comercial general que aprovecha la falta de ciertos componentes para frenar los tiempos de rendimiento de sus productos e inducir a los consumidores a comprar nuevas versiones», dijo el organismo, según citó Reuters.

La investigación a la que serán sometidas Apple y Samsung se sustenta en informes de los consumidores. En España, Apple tiene una causa similar abierta.