Nacho celebra su primer año como solista, un periodo que le ha abierto puertas que no imaginaba y una gran sensación de libertad profesional.

“Lo duro ha sido la responsabilidad de hacer todo solo”, confiesa el cantante y productor, quien hace un año se separó de su compañero Jesús Miranda, con quien durante 15 años formó el dúo Chino y Nacho.

“Cuando tienes un compañero todo tiene que ser discutido y todo es compartido. Antes yo me ocupaba de componer y luego promover unas dos canciones al año. Ahora me toca hacer de todo. Cosas que ni imaginaba”, valora el intérprete de 34 años, convertido también en empresario y encargado de todo el proceso musical de principio a fin.

En la casilla de lo positivo, coloca la oportunidad de asumir nuevos proyectos como productor, que le tienen muy emocionado.

“Me gané mi primer Latin Grammy como productor”, recuerda Miguel Ignacio Mendoza, su nombre real, quien sigue celebrando su éxito con el disco “Marc Anthony For Babies”, una adaptación de la música de Marc Anthony convertida en canciones para niños.

El disco, publicado en 2017 bajo la etiqueta Magnus Music, de Anthony, incluye versiones instrumentales de 10 de los clásicos del cantante, como “Qué precio tiene el cielo”, “Valió la pena”, “Escapémonos” y “No me ames”.

Sobre su comentado encuentro con Jennifer López en Los Ángeles, asegura que no se discutió nada en concreto. “Fue una gran experiencia estar en su casa y tener la oportunidad de que me diera varios consejitos”, aunque evita ofrecer más detalles sobre proyectos conjuntos futuros.

Sin embargo, dice haber reafirmado su creencia de que “las mujeres son más fuertes y más inteligentes que nosotros. Más detallistas y más perfeccionistas”.

En libertad

Nacho celebra haberse “librado” de un calendario para compartir su música con el público, por lo que usa las redes sociales como una suerte de grupo interactivo de más de ocho millones de personas (en Instagram).

Esto lo hace para probar las canciones que va componiendo, sin tener que pasar por departamentos legales y de mercadotecnia.

“Desde que empecé esta nueva etapa como solista, decidí que no me iba a guardar nada (…) (Decidí) que si grababa algo en el estudio y me gustaba muchísimo lo iba a poner en las redes sociales sin aspirar a nada, pero es algo que me ha ayudado muchísimo”.

Fue algo que puso en práctica con sus sencillos “Bailame” y “No te vas”, que —asegura— le ha allanado el camino para otras composiciones. “Es más fácil interesar a la disquera y a los productores cuando ya puedes demostrar que el público disfruta del tema”.

Asimismo, el “experimento” le ha invitado a explorar nuevos géneros que con el dueto no había podido visitar. “A veces me despierto con la guaracha en las venas. Otras, nostálgico, y lo que va quedando lo voy grabando”, explica el también jurado del programa dominical “Pequeños Gigantes”.