“ Se trata de homenajear no sólo a quienes están privados de libertad sino también a los exiliados que muchas veces no son parte de las referencias que se hacen y por supuesto a los familiares de esas víctimas de las 157 personas que perdieron la vida en las protestas de 2017 ”.

Con estas palabras, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, reconoció en Estrasburgo el 13 de diciembre, una hora antes de recibir el Premio Sajarov 2017, el destino de los 50.000€ que contempla este galardón otorgado por el Parlamento Europeo a la oposición democrática venezolana.

En un seminario previo a la ceremonia y ante un centenar de periodistas internacionales, Borges afirmó que “en conversaciones con Antonio y Leopoldo estamos diseñando cuál es el mecanismo más útil y transparente y de mayor intensidad que se pueda hacer con los recursos y con los fondos”. Explicó que trabajan en unas propuestas que presentarán en breve en las que contemplan todas las ideas.

Dos días antes, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, había explicado en el mismo recinto que se estaba estudiando la posibilidad de que el destino del premio en metálico fuese para los familiares de los presos políticos. Su presencia en este seminario y al lado de Borges aclaró cualquier discrepancia, ambos se mostraron de acuerdo en crear un fondo para este fin y contemplar, además, la posibilidad de honrar a los fallecidos en las protestas, parte fundamental de la oposición democrática homenajeada.

Una hora más tarde, Borges y Ledezma recibían, en nombre de esta oposición, el Premio Sajarov 2017 en una breve ceremonia celebrada en el hemiciclo de Estrasburgo, con la presencia del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y cientos de diputados y espectadores.