El secretario general de la OEA, Luis Almagro, afirmó que, Smarmatic Venezuela confirmó el fraude electoral más grande la historia.

El diplomático apuntó que, se confirma «el fraude electoral más grande de la historia de Latinoamérica» después de que la empresa encargada del recuento de votos en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, Smarmatic Venezuela denunciara que hubo manipulación de los resultados.

«Se confirma el fraude electoral más grande de la historia de Latinoamérica en porcentaje y millones de votantes #Venezuela», escribió Almagro en su cuenta de Twitter.

La empresa encargada del recuento de votos Smartmatic Venezuela, denunció este miércoles que hubo «manipulación» del dato de participación en las elecciones a la Constituyente del domingo. No obstante, según el Poder Electoral venezolano votaron más de 8 millones de personas, una cifra rechazada por la oposición y la Fiscalía. «Una auditoría permitiría conocer la cifra exacta de participación. Estimamos que la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores», indicó hoy el consejero delegado de la empresa, Antonio Múgica, en una rueda de prensa en Londres.

La firma ha sido la encargada de proporcionar la plataforma tecnológica de votación y servicios para las elecciones en Venezuela desde 2004. Pero en la última votación no hubo presencia de auditores de la oposición, que se consideran fundamentales como testigos del proceso, según los argumentos de la compañía. Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, anunció que esta Cámara de mayoría opositora solicitará a la Fiscalía venezolana una investigación de la «manipulación» de los resultados electorales denunciada por Smartmatic.

«No solo ha ocurrido un fraude: es un delito que comienza por la propia cabeza del Poder Electoral», dijo Borges en el Palacio Federal Legislativo antes de iniciar la sesión.

Luis Almagro, al frente de la OEA desde mayo de 2015, ha denunciado constantemente al Gobierno de Maduro desde pocos meses después de su llegada a Washington y desconoce la Constituyente por su nulidad de origen e inconstitucionalidad.