En Venezuela para sobrevivir, debes ser millonario. Cada producto de la cesta básica te puede costar un millón o más.

Una ama de casa puede gastar en pan, mantequilla y aceite un aproximado de 5 millones de bolívares. Luego del reciente aumento del 90%, en el salario mínimo por decreto presidencial. El sueldo y el bono de alimentación hacen un total de 2 millones quinientos; que, si lo comparamos con el gasto, no representa ni la compra de una semana para una familia de al menos dos personas.

Kaola Ostos aseguró “debo gastar al menos 10 millones semanales para poder medio comer en una semana” afirmó.
La inflación, según la Asamblea Nacional cerró en abril en un 80, 1%. Esto significa que el poder adquisitivo del venezolano para obtener bienes y servicios cada día se ve más pulverizado.

Los supermercados están más vacíos, porque son ya muy pocas las personas que pueden seguir comprando en ellos. Sin embargo, las colas para adquirir los productos regulados en las afueras del mercado aumentan su número de personas.
Anaqueles llenos de productos con un costo de más del millón y con pasillos sin compradores, es el fenómeno que se observa en el 2018.

Así mismo, las colas para adquirir alimentos a precios “regulados” siguen aumentando su número de personas, ya que muchos, al ver que no les alcanza lo que ganan para comprar deciden realizarlas, bajo el sol o la lluvia para obtener el producto a un precio “menor” y tener algo más que comer.

En la actualidad ningún venezolano está aceptando trabajar por el salario mínimo, en vista que ese ingreso no le alcanzaría ni para comer. Los empresarios han tenido que pagarles a sus obreros más del sueldo base para evitar quedarse sin empleados y que las empresas quiebren por falta de personal.

“Ni que ganes 10 millones sobrevives en Venezuela, con todo a un millón” dijo Celia Figueira mientras realizaba la cola bajo el sol para comprar harina pan.

Gran parte de las migraciones en Venezuela en la actualidad, se debe al incremento de los alimentos; algunos venezolanos piensan que de nada sirve tener una casa si no puedes comer.

Hasta el mes de marzo del 2018, la canasta familiar se ubicaba en 75.446.014,83 Bs; con el incremento del salario, llegó cada producto a un millón y se estima que para este mes ya haya sobrepasado los 100 millones de bolívares.

Un kilo de carne se ubica en los 2 millones trecientos mil bolívares, por lo que el salario base solo alcanza para un kilo de carne al mes. El queso llanero también aumentó más del millón de bolívares y un pollo entero puede costar has 3 millones quinientos mil bolívares.

La realidad del venezolano asalariado es que no puede adquirir productos a un millón de bolívares o más, por ello el hambre y la desnutrición han aumentado en el país y es lo que ha generado en gran parte la crisis humanitaria.
Es por ello, que al no llevar una adecuada alimentación con todos los grupos alimenticios correctos y con las porciones adecuadas, se generan enfermedades y trastornos en la salud como por ejemplo: desorden metabólico, diabetes, desnutrición, entre otros.