De acuerdo a un reportaje especial de El Nacional, 5.850 pasajeros quedaron varados tras la suspensión de vuelos de la aerolínea Copa Airlines, luego de que el gobierno venezolano rompiera relaciones con 46 empresas panameñas.

Desde ayer en la madrugada, 130 pasajeros del vuelo de las 6:00 am de Copa Airlines recorrieron las oficinas y las taquillas de la aerolínea en busca de respuestas a la suspensión. Exigieron reembolso o un plan alternativo para llegar a sus destinos. “A los que se acercaron a la oficina los llevaron hasta las taquillas y en grupo se les explicó las acciones de la empresa para atender la contingencia”, dijo un empleado.

Añadió que a diario tienen 3 vuelos desde Maiquetía: el primero es a las 6:42 am, el segundo a la 1:12 pm y el tercero a las 6:09 pm. Igualmente sale uno desde Maracaibo y otro desde Valencia, todos con aproximadamente 120 pasajeros. La medida, que se prolongará por 90 días, deja a 5.850 pasajeros varados, dijo la fuente.

En un comunicado, Copa informó que el gobierno venezolano ordenó, mediante la Gaceta Oficial N° 6369, con fecha 5 de abril, la suspensión de la relación económica, comercial y financiera con sujetos de la República de Panamá, que incluye la suspensión de los vuelos de la aerolínea a Venezuela por un plazo de 90 días prorrogables. La resolución menciona a 22 funcionarios, entre ellos el presidente Juan Carlos Varela, a la vicepresidente Isabel de Saint Malo, y a 46 empresas panameñas.

Copa informó en un comunicado que los pasajeros que tienen vuelos programados hacia y desde Venezuela en los próximos 90 días pueden reembolsar sin penalidades la totalidad del valor de sus boletos no utilizados. Los pasajeros que hayan iniciado su vuelo también podrán reembolsar sin penalidades el trayecto no utilizado.  «Debido al volumen de pasajeros afectados, el proceso de reembolso tomará más tiempo que el proceso regular”, indicó.

La empresa señaló que los viajeros que prefieran cambiar su destino final podrán hacerlo sin costo antes del 20 de abril y para viajar antes del 4 de julio cumpliendo ciertos parámetros.

Eukaris Graterol llegó a Maiquetía a las 7:00 am en un vuelo de Laser desde Barquisimeto y su destino es Lima, Perú. “Tuve que  gestionar la compra de otro boleto desde el exterior para poder llegar a Medellín. La línea Copa me garantiza la conexión. Me voy a trabajar y ya estoy endeudada con ese boleto”, contó.

Josefina Sambrano, presidente de la ONG Fundamujer y que venía de Valencia, indicó que su destino es Argentina y que tiene previsto dictar varias conferencias. “La medida de suspensión de vuelos fue drástica y afectó a quienes iban por negocios, enfermedad o trabajo. Hay quienes tienen que estar el lunes en Panamá y ahora se les presenta esta dificultad para llegar. Hemos gestionado los boletos por Avior, luego de que Copa les dio el visto bueno, pero ha sido muy poca la gente que ha logrado comprarlo”, dijo.

En las taquillas de Copa en el aeropuerto internacional los trabajadores atendían a los viajeros. “Es una situación irregular, pero se está orientando al pasajero. Les informamos que intenten llegar por sus propios medios a otro destino donde Copa pueda hacerles la conexión”, expresó una empleada de tráfico.

Ayer en las adyacencias de la oficina de la aerolínea en el Centro Lido predominó un clima de incertidumbre, frustración y rabia. “Me siento muy molesto con el gobierno y con el presidente que tenemos”, afirmó un hombre.

“Mi hija debe estar el 13 de abril en Nueva York para presentarse e iniciar los estudios, y no sabemos qué hacer. Yo ya había pagado el hospedaje por dos semanas”, añadió una mujer.

La cola se extendía desde el primer hasta el sexto piso, donde se encuentra la oficina. Las personas, que llevaban hasta cuatro horas de espera, aguardaban en las calurosas y angostas escaleras.

El vuelo de José Gabriel Lugo era el 11 de abril hacia Córdoba, Argentina, donde planea hacer unos cursos de nivelación de programas de dibujo de Arquitectura. “Todo estaba listo, tenía hasta el inicio de las clases, pero ahora no sé qué va a pasar ni qué hacer. Me siento indignado e impotente”.