La Bajada de La Chinita 2017 será como cada último sábado del mes de octubre cuando toda  una feligresía se congrega a ver a su Patrona.

Bajada de La Chinita 2017. Nuevamente y como cada último sábado del mes de octubre toda  una feligresía chiquinquireña se congrega en la Plazoleta de la Basílica de Nuestra Señora  del Chiquinquirá con un mismo motivo, ser testigo de la tradicional Bajada de La Chinita

“La Bajada de La Chinita 2017 como tal es el momento el que ella deja su morada para reencontrarse con su pueblo…, No hay palabras para describir, solo decir que hay que venir para percibir ese momento que es tan grande y tan hermoso, porque es como si el mismo cielo bajara”, manifiesta Nedwar Andrade párroco de la Basílica de la Virgen de Chiquinquirá.

Hace más de 300 años la aparición de una tabla con la imagen de la Santísima Madre se desplazaba por el que es considerado el primer servidor de maría, el Lago de Maracaibo, desde ahí y frente a los ojos de María Cárdenas la imagen tomó brillo siendo testigo de la aparición de Chiquinquirá.

“Le dio el lugar que le corresponde, escucho unos golpes y del ranchito donde estaba y ese 18 de noviembre salió una luz y se renovó la imagen ocurriendo el milagro, la Virgen nos dice que está aquí para socorrernos, ayudarnos, para darnos ese apoyo de Dios que todos están necesitados”, afirma Andrade.

Bajada de La Chinita 2017Sus feligreses agradecidos por un milagro concedido acuden a diario a la Iglesia de San Juan de Dios a rendirle homenaje con una fe indómita a su Excelsa Patrona.

Ayde Picaza, una devota de La Chinita asegura que hace 26 años su hijo sufría de una patología en la columna por la cual era intervenido a diario, asegura que un día orando vio a la Virgen, sin saber que era ella, y que una amiga le dijo que La Chinita le haría el milagro “a los dos días los médicos me dijeron que no había que operar a mi hijo”.

Por eso este 28 de octubre, cuando Maracaibo se convierta en la capital religiosa del mundo, tanto propios como visitantes están invitados a ser testigos del mayor acto de fe, amor y devoción cuando la Patrona del Zulia, la Virgen del Chiquinquirá, baje desde su altar en medio de una lluvia de flores para bendecir a su pueblo.