Seis de los  jóvenes detenidos por los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia, entre ellos cuatro menores de edad, incluidas dos mujeres. Desde enero del 2018 fueron privados de libertad  por presuntamente planificar una protesta, e imputados por “instigación al odio”, delito tipificado en la Ley contra el odio de la ANC.

La madre de una de los adolescentes detenidos dijo “Mi hijo tiene tres meses secuestrado por el Sebin”.  El muchacho se encuentra privado de libertad en el Helicoide y  sus familiares no lo no ha visto desde enero,  por lo tanto desconocen su situación de salud y su estado físico.

Los agentes del Sebin,  alegan que no se puede dar información oficial de los jóvenes porque no están en la lista de las visitas.

La persecución contra los adolescentes de 16 y 17 años de edad empezó el 10 de enero cuando arrestaron al primero del grupo por presuntamente planificar unas protestas en un chat de mensajería instantánea. De los detenidos, dos ya cumplieron la mayoría de edad en la cárcel.

Familiares denunciaron la desaparición forzada de algunas de las víctimas, y que a los que arrestaron dentro de sus casas les decomisaron las computadoras.

Los adolescentes se encuentran recluidos en condiciones infrahumanas en una celda pequeña junto a otros diez adultos. Duermen en el piso y no les permiten salir al sol. Desde hace tres semanas los abogados no han podido comunicarse con ellos debido a que les prohibieron las visitas como “castigo” por las denuncias que habrían hecho sus familiares a través de los medios de comunicación.

“No tengo idea de cómo calificar lo que está viviendo mi hijo. Es una arbitrariedad, una violación de los derechos humanos y de los niños y adolescentes. No nos permiten visitarlo ni que les entreguemos la comida en sus manos”, manifestó la madre de uno de los jóvenes, estudiante de bachillerato que debido al encarcelamiento perdió el año de estudio.