Este jueves, Maduro en su juramentación para el periodo 2019 – 2025 acusó a los Estados Unidos de promover una conspiración militar en Venezuela. Así mismo, juró derrotar las sanciones impuestas por ese país.

“Están convictos y confesos, todos los responsables de haberse vendido (…) para que traicionaran el honor, la moral y la lealtad de nuestra amada Fuerza Armada”, afirmó. La ONG Foro Penal había informado de la captura de 12 militares en los últimos días.

La Fuerza Armada, considerada el principal sostén de Maduro, adquirió enorme poder político y económico durante este gobierno, controlando sectores estratégicos como alimentación y petróleo.

Más temprano, al juramentarse ante la constituyente para un segundo mandato que iniciará en enero de 2019, el presidente prometió corregir el rumbo económico ante la grave crisis.

El gobernante socialista, de 55 años, admitió allí que las sanciones impuestas por Washington tras su reelección traerán más dificultades al país petrolero, pues impiden conseguir recursos y “hacer las importaciones necesarias”. “Nos van a crear graves dificultades, dolorosas dificultades, que vamos a enfrentar paulatinamente, las vamos a derrotar”, aseveró. Venezuela vive la peor crisis de su historia reciente: hiperinflación, escasez de comida y medicinas, caída brutal de la economía y de la producción de crudo a su nivel más bajo en tres décadas: 1,5 millones de barriles diarios frente a 3,2 millones de 2008.

“Hace falta una rectificación profunda. No estamos haciendo las cosas bien”, reconoció Maduro. El mandatario, en el poder desde 2013, ordenó a su ministro de petróleo y presidente de la petrolera Pdvsa general Manuel Quevedo, pedir apoyo a la OPEP, Rusia, China y países árabes para aumentar la producción diaria en un millón de barriles.

También ofreció liberar a opositores presos que no hayan cometido crímenes graves, para “superar las heridas” de las protestas en su contra, que dejaron unos 200 muertos desde 2014.