El cuerpo del ex-funcionario sublevado, Óscar Pérez, fue sepultado este domingo en la zona más alta del cementerio del Este, de difícil acceso a pie y cerca de las antenas. Quedó registrado con la parcela número 42A.

Se conoció que a todo al personal del osario que trabaja desde anoche, se les quito los teléfonos.

Asimismo, los restos de Abraham Agostini y José Díaz Pimentel fueron sepultados ayer enero en el mismo cementerio en el que reposa Pérez, en un entierro que las familias no habían autorizado y con la única presencia permitida de sus parientes más cercanos.

Lo mismo ocurrió con los cadáveres de las otras cuatro personas muertas -el periodista Daniel Soto, los militares hermanos Abraham y Jairo Lugo y la novia de este último, la enfermera Lisbeth Ramírez-, que fueron trasladados a sus estados de origen en avión militar para ser allí sepultado en un cementerio con fuerte presencia militar.

Los parientes de Ramírez esperaron durante horas en un cementerio en el Táchira para descubrir finalmente que el cuerpo de la enfermera de 30 años había llegado a otro camposanto, en el que fue enterrada de noche.

Pérez, de 36 años, se alzó el pasado mes de julio contra el presidente Nicolás Maduro al sobrevolar Caracas en un helicóptero desde el que llamó a la desobediencia civil con una pancarta.

En varios videos publicados en las redes sociales, Pérez -que es considerado un “terrorista” por el Gobierno- pidió al pueblo y los militares que salieran a las calles para acabar con la “tiranía” chavista.